La bailarina y coreógrafa Inés Aubert desarrollará durante cuatro semanas en la Casa de Cultura de Aoiz, su proyecto `En Tiempo´. Un proceso de investigación y creación sobre los cuerpos y el movimiento que forma parte de las cuatro residencias que otorga el Programa DNA 2020, organizado por la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana, con la finalidad promover la danza contemporánea y las artes del movimiento.
Inés Aubert estará acompañada en `En Tiempo´ de cuatro intérpretes–creadores con los que construirá la obra: Conchita Salinas, de 84 años, una mujer, cuya vida ha estado marcada por su contribución a innumerables luchas; Maitane Azpiroz de 39 años con formación en danza y circo, Iker San Miguel, de 30 años y con alteración del cromosoma 21 (síndrome Down) al que el bailar le ha acompañado desde su juventud y Luar Iriguibel, un niño de 9 años.
`En Tiempo´ abordará el universo de las capacidades, limitaciones, memorias, deseos y estados de las etapas dela vida de cada participante a través de la expresividad del cuerpo. Los cuatro intérpretes se convertirán en creadores de su propio proceso de puesta en escena. Entre todos, y a través de un proceso de trabajo desde un planteamiento colaborativo siguiendo diferentes metodologías como reuniones, prácticas de improvisación, escritura, trabajo de mesa, etc. crearán `En Tiempo´.
SOBRE LA RESIDENCIA
La Residencia se desarrollará del 20 al 31 de julio y del 31 de agosto al 11 de septiembre y la muestra final del trabajo se celebrará el 11 de septiembre.
Aubert asegura que “están felices” con esta residencia, que “los procesos son mejores donde existe confianza, respeto y amor”, eso es lo que siente por cada una de las y los interpretes-creadores Iker, Maitane, Luar y Conchita. “Sus particularidades, reflexiones, inquietudes son una oportunidad para abrir la danza al mundo de la experimentación y la creación desde el tejido de cuerpos diversos en continua comunión y cambio”.
La bailarina y coreógrafa tenía esta otra en la cabeza desde hacía unos años, cuando en 2017 tuvo la oportunidad de hacer una residencia en al Auditorio de Barañain con personas que no se dedicaban a la danza, pero que disfrutaban bailando y se quedó con la ilusión de continuar con este trabajo y seguir investigando con ellas.
El público podrá disfrutar el día 11 de septiembre de la muestra final, que será el resultado de lo que el grupo descubra e investigue durante las cuatro semanas de camino. Será, asegura Inés Aubert “una oportunidad para abrir la danza al mundo de la experimentación y la creatividad desde la comunión cotidiana de cuerpos diversos en continuo cambio. Son los márgenes de lo que somos y lo dejamos de ser, los márgenes de la vida y la muerte”.
SOBRE INÉS AUBERT
Inés Aubert es una bailarina y coreógrafa costarricense, afincada en Pamplona desde noviembre del 2016. Graduada en danza por la Universidad Nacional de Costa Rica e integrante de la Compañía Nacional de Danza C.R(2000- 2005).
Después de muchos años dedicada a la danza profesional decide cambiar de área y dedicarse a la investigación porque “me abre nuevas puertas para ver la danza no solo como un generador de movimiento, sino una creación de pensamiento, lenguajes o coreografías a partir de las relaciones que se crean o cultivan a nivel social, del espacio con sus particularidades, necesidades, vivencias”.
Para Inés, “la vida es danza, es el continuo movimiento, hacer silencios-pausas, veo danza en todo a mi alrededor en la naturaleza, en los cuerpos, los gestos, lo sonoro”.
En la actualidad Aubert está centrada en la investigación relacionada con el cuerpo, la comunidad, lenguaje de su cuerpo y de otros cuerpos y la reflexión en torno a las artes escénicas y al tiempo.